jueves, 29 de mayo de 2014

Las estacas de Rousseau



He seguido con suma preocupación la crisis de una Ucrania desmembrándose por todos lados para regocijo de unos y preocupación de otros. Primero Crimea vuelve como hija pródiga al seno materno. Donetsk y Lugansk siguen sus pasos y con casi el 90% de los votos apoyaron la independencia para congoja del gobierno ucraniano y Estados Unidos, que ven cómo ese centro industrial queda en poder ruso, que sigue cercando propiedades, lo que les genera temor.
Rousseau en El origen de la desigualdad de los hombres indica que el primero que tomó unas estacas, cercó un terreno, dijo: “Esto es mío”, y encontró gente que lo creyera, fue el fundador de la sociedad civil, naciendo la propiedad y con ello la violencia para defenderla. Putin toma las estacas de Rousseau, las clava en estas repúblicas convulsionadas y dice: “Estas propiedades son mías”, pero Obama y sus aliados no le creen, y no están dispuestos a hacerlo porque esas posesiones constituyen petróleo, poderío estratégico militar por el control del Mar Negro, dominio económico energético sobre gran parte de Europa, etcétera. Estados Unidos y sus aliados querrán recuperar poderío clavando postes en otras latitudes antes que Putin ratifique su supremacía. Putin lo sabe, abre su abanico, configura su estrategia más allá de Ucrania herida, mira a Corea del Norte, le condona 10.000 millones de dólares de deuda; mira China y acuerdan realizar su comercio bilateral en rublos y yuanes, excomulgando al dólar, y para joderlos más pactan el suministro de gas desde el Kremlin a Shanghái por 300.000 millones de euros durante los próximos 30 años. Estas jugadas tendrán a Obama y compañía con retortijones, frente a un mapa con estacas a manos llenas, pensando dónde hacerle daño al ruso.
Recuerdo cuando mi abuelo me llevaba en su canoa a poner la catanga para capturar camarones en Telembí, río Cayapas, Esmeraldas, ponía una estaca a cada lado de la trampa para asegurarla de la creciente y una tercera en tierra para amarrarla y marcar territorio. Recuerdo sus gritos en la mañana siguiente al percatarse de que habían usurpado nuestras presas: “Si pillo al condenao, le voy a mal enterrá una estaca en el… ”, amenazaba iracundo.
El “juego” está candente, y este clavar y desclavar de varas puede encender una “guerra fría” de incalculables consecuencias. García y Ramos en Medios de comunicación y violencia señalan: “… quienes poseen y ejercen el poder justifican la violencia por el principio del orden, esto es por la necesidad de preservarlo…”. ¿Putin querrá “preservar el orden” en la zona? ¿La intención de Obama será “preservar la democracia”? La situación puede tomar ribetes inesperados.
¿Qué pasará con tantas estacas en esas manos?, ¿a dónde llegarán estos señores en su lucha por conquistar más territorios? Da terror saberlos con tanta supremacía disputándose nuestro mundo, como si les perteneciera. Al verlos poner en riesgo la paz y seguridad mundial con sus ambiciones geopolíticas, pienso que quizá sería bueno que en una descuidada y justiciera maniobra, estos dos caballeros y sus aliados alguna vez se pudieran mal enterrar sus estacas rousseaunianas donde decía mi abuelo Heriberto.

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