La micros atestadas de rostros iracundos. El metro lleno de individuos
en "guerra". Y en medio de ese "festin" de odios y olores, viajan
lánguidos niños muertos de cansancio, luchando por que sus piernas los
mantengan vertical; mujeres cansadas de su doble labor en casa y
trabajo, sosteniendo las compras; discapacitados que ven con impotencia
sus asientos ocupados por musculosos hombres, que se hacen los dormidos.
Deberían eliminarse los asientos preferenciales para discapacitados,
embarazadas y ancianos, y decretarse, presidencial o legislativamente,
que ningún niño, anciano, discapacitado, mujer (embarazada o no) vaya de
pie mientras los hombres vayan sentados. Y combo y cocacho para el
huevón que se haga el dormido.
Antonio Ayoví Nazareno.
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